Llegó, recogió y marchó

Ayer, la Selección española de fútbol recibió el Premio Nacional del Deporte Copa Barón de Güell al ser elegida como "el equipo que mejor trayectoria tuvo durante el año anterior". Sustituye a la Selección española de voleibol, condecorada por haber conseguido también la Copa de Europa de este deporte. El acto estuvo presidido por la Familia Real, que estuvo acompañada por la ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, y tuvo lugar en el Palacio de Oriente de Madrid. El presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, recogió el trofeo Comunidad Iberoamericana otorgado a Agüero.

El premio de la Selección lo recogió el futbolista De la Red, el alocado presidente de la Federación Villar y Luis Aragonés. El entrenador estuvo arisco y con resquemor con la prensa de este país porque al terminar el acto y al ser preguntado por los periodistas ocurrió esto: "¿Puede hablar con nosotros, Luis?". "No, gracias -respondió en tono amable mientras se acomodaba en uno de los vehículos oficiales de la FEF, aparcado en el patio de armas del palacio-. No voy a decir nada. Bien, bien, estoy bien en Turquía. Muchas gracias".

Luis, el entrenador que nos hizo jugar al fútbol en una Eurocopa, sigue sin perdonar a la prensa todas las críticas recaídas sobre sus hombros durante la época que transcurrió desde el último Mundial hasta la siguiente Eurocopa. Esas críticas todavía no han cicatrizado y Luis Aragonés sigue sin querer hablar con la prensa, pero creo que se equivoca porque después de haber conseguido unir a un país en algo y conseguir la Eurocopa, España se merece que Luis deje de estar cabreado con el mundo y empezar a convertirse en un héroe por haber conseguido lo impensable.

Los jugadores de la Selección no pudieron asistir al coincidir la entrega con su viaje a Estambul. Agüero tampoco pudo acudir al estar concentrado con su selección. También faltaron los tenistas. Por lo que el acto organizado Jaime Lissavetzky quizás fuera el peor organizado de la Historia porque casi nadie pudo ir a recoger su premio.