El Consejo Mundial de la FIA adoptó ayer, entre otras medidas, "permitir que los equipos igualen el rendimiento de sus motores durante la temporada 2009, hasta que se introduzcan las medidas para reducir costes a partir de 2010". Junto a este acuerdo, también se otorgó a Max Mosley la autoridad para negociar con la FOTA y de presentar "medidas radicales para conseguir una reducción de costes considerable en el campeonato desde 2010".
Pero eso ya será dentro de dos temporadas. De momento para el próximo año los equipos podrán evolucionar sus motores y ésa es una buena noticia para Fernando Alonso. El asturiano estaba decidido a quedarse en Renault si la FIA hacía efectiva la disposición aprobada ayer y además tiene plena confianza en los técnicos de la casa del rombo.
Alonso cree que puede volver a ganar con la escudería de sus mayores logros y además sueña con batir a Ferrari y McLaren, de nuevo, desde un equipo inferior. El próximo año tiene la posibilidad de hacerlo. Ya habrán pasado tres temporadas desde que Michelin dejase la Fórmula 1 y el equipo ha aprendido cómo hacer un monoplaza para los Bridgestone. Además, en Renault harán un coche bajo sus indicaciones y construido por y para su estilo de pilotaje y, por si fuera poco, con un motor evolucionado. Es cierto que, a pesar de todo, Ferrari, McLaren y BMW inician la carrera desde un punto de partida superior, pero al menos hay carrera, es decir, también habrá batalla entre los propulsores, uno de los puntos donde la sabiduría de los ingenieros tiene mayor importancia.
Alonso confía plenamente en Renault en cuestión de motores y la trayectoria de la firma francesa históricamente como motorista avala esa opinión. Volver a los viejos tiempos está ahora más cerca.
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